jueves, 4 de mayo de 2017

ENSEÑANZA TAOÍSTA: MI CUERPO



Meditar no es una herramienta, sino una actitud, una forma de entender nuestra Esencia y transmutar lo físico y mental en sensaciones astrales y transcendentes… Es una forma de sanar, de crecer, de evolucionar hacia la Luz y la Felicidad.

Meditando acallamos la mente. Permitimos que los planos existenciales se armonicen, se comuniquen, interaccionen desde la Paz interior, desde la calma y el sosiego, y podamos escucharnos de forma holística, abierta pero interior, y por ello, ayudarnos a sanar y crecer y encontrar las respuestas que la mente se formula constantemente y sólo sabe buscar en el exterior.

Tenemos un cuerpo, un traje físico, una maravilla de la naturaleza que nos permite vivir, sentir, compartir en este Plano Terrestre. Nuestro cuerpo es un gran desconocido para nosotros. Le observamos cada día, pero sólo muy superficialmente y, lo que es peor, ni siquiera en su totalidad, porque no nos preocupamos de contemplar cada centímetro de la piel y todo lo que ella nos trasmite. 

Pero nuestro Cuerpo es mucho más que la piel, lo externo, en su interior hay toda una amalgama de energías, de sustancias mágicas y alquímicas que producen la vida, que la generan y transmutan. Y todo ese laboratorio alquímico interacciona con órganos, y estos con emociones, y estas con sensaciones, y estás con experiencias vitales, y estas con el propio Sendero del Proyecto Vital… Que no es físico, sino astral, cósmico o celeste… Un regalo del Buen Dios.

Por todo ello debemos, primero, conocer a nuestro cuerpo, en su totalidad, interna y externamente, y tener presente las distintas interaccione físico-emocionales que se producen cada segundo.

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